Cuando una empresa tiene varios socios, ¿es posible mantener el equilibrio entre grupos familiares en la segunda generación y en las ulteriores?

Cuando un proyecto empresarial pasa a manos de la segunda generación y de las ulteriores, las relaciones entre los socios se van haciendo más complejas. Por ejemplo:

  • Si dos socios que participan al 50% en una SL tienen dos hijos cada uno, en la segunda generación habrá cuatro socios con un 25% de capital cada uno.
  • Y si cada uno de esos socios tiene también dos hijos, en tercera generación habrá ocho socios con el 12,5% cada uno. Además, dentro de cada estirpe, los socios ya no serán solo hermanos entre sí, sino que habrá hermanos y primos, por lo que aumentarán las posibilidades de que surjan discrepancias.

En general, el control de la entrada de terceros en la empresa estará garantizado a través del derecho de adquisición preferente que pueden ejercer los socios. Sin embargo, en estos casos existe otro riesgo: que el equilibrio entre grupos familiares se rompa y que, por ejemplo, uno de los socios perteneciente a un grupo familiar venda sus participaciones a otro u otros socios pertenecientes al otro grupo, por lo que se rompería la “correlación de fuerzas”

Pues bien, esto puede evitarse modificando los estatutos de la empresa. A estos efectos, es posible establecer derechos de adquisición preferente “por grupos familiares”. De esta forma:

  • Si un socio pretende vender sus participaciones, primero debe ofrecerlas a los socios que sean miembros de su propio grupo familiar.
  • Solo después de ese ofrecimiento, y en caso de que nadie adquiera sus participaciones, podrá ofrecerlas a los socios que sean miembros del otro grupo familiar.
  • Y, finalmente, si nadie adquiere las participaciones y tampoco las adquiere la sociedad, ya podrá venderlas a un tercero.